Los administradores de fincas se enfrentan a menudo a conflictos entre vecinos por la práctica de actividades molestas, nocivas o peligrosas. Cuando la vía del diálogo se ha roto entre los propietarios en discordia es importante la intervención de un profesional con la experiencia y formación necesaria para revertir la situación y conseguir acuerdos entre las partes.
Se entiende por actividad molesta el tipo de práctica que va más allá de los límites que se consideran tolerables o asumibles por cualquier persona y que perturba la convivencia normal de los vecinos de una finca. Algunas actividades están reguladas por ley, como el exceso de decibelios, por ejemplo, sin embargo otras están en manos de los propios vecinos.
Algunas comunidades disponen de sus propios Estatutos donde aparecen reflejadas las principales normas de convivencia y se puede sancionar al propietario que no las cumple, sin embargo, hay actividades que no aparecen y son objeto de conflicto.
En ocasiones, los problemas en la comunidad de vecinos tienen un motivo concreto, por ejemplo puede ocurrir que alguna de las viviendas del edificio se haya convertido en apartamento turístico, que en algún inmueble se lleven a cabo actividades empresariales (un despacho de abogados o una academia, por ejemplo) o, en el peor de los casos, actividades ilegales como venta de estupefacientes o incluso prostitución.
Evidentemente en estos casos será necesario, no solo la mediación del administrador, sino también la participación de las fuerzas de seguridad para lograr restablecer la convivencia entre los vecinos. Pero, afortunadamente, la mayoría de los conflictos que se dan en una comunidad de vecinos tienen que ver con negligencias, malas prácticas y actividades comunes que resultan molestas para el resto de vecinos y que muchas veces no cesan a pesar de las quejas y la intervención del presidente y el administrador.
Las 5 actividades que provocan más conflictos en una comunidad
1- Molestias por la tenencia de mascotas
Normalmente son los perros los que ocasionan mayor número de quejas, debido a sus ladridos a cualquier hora del día o de la noche, a la suciedad que generan (si su propietario no se hace cargo) y a las molestias de olores que pueden ocasionar en los espacios comunes de la finca, como ascensores, escaleras, garajes o jardines.
También ocurre con los propietarios de gatos por su falta de higiene que provoca olores e insalubridad. Algunas sentencias han obligado al propietario de mascotas a la privación del uso del inmueble durante seis meses por hacer caso omiso de las quejas. Otras prácticas como dar de comer a las palomas en zonas comunes de la finca o colocar jaulas de pájaros en patios o jardines también pueden ser actividades insalubres y molestas para el resto de vecinos.
2- Viviendas destinadas al hospedaje turístico
Es una actividad que en la actualidad provoca numerosas reclamaciones de los vecinos de una finca, sobre todo hablamos de alquileres turísticos o alquiler de habitaciones. Las principales quejas de los vecinos tienen que ver con las molestias que genera la llegada y salida de los inquilinos, ruidos y posible suciedad en las zonas comunes, ya que se trata de personas ajenas a la comunidad que, en muchas ocasiones, no cuidan ni respetan las instalaciones ni a los vecinos que allí viven.
En estos casos, si después de pedir la cesación de actividad al propietario por parte del presidente o el administrador, continúa alquilándose la vivienda, es posible que la vía judicial sea la única manera de solucionar el conflicto. Hay muchas sentencias que han obligado al propietario a cesar su actividad.
3- Ruidos
Es una de las principales causas de queja por parte de los vecinos de una comunidad. Tienen que ver con discusiones acaloradas, ruidos provocados por aparatos eléctricos como el aire acondicionado, música alta en horario nocturno, fiestas o actividades que se desarrollan en la vivienda de manera continuada y que provocan ruidos molestos para el resto de propietarios. La reforma de una vivienda suele acarrear muchas quejas pero al desarrollarse durante un tiempo limitado, si se toman las medidas oportunas, como avisar previamente a los vecinos y respetar los horarios, se pueden aminorar las molestias.
4- Humos y olores
Es otra causa de conflicto, sobre todo en viviendas que dan a patios interiores y donde la ventilación es más limitada que en viviendas exteriores. En ocasiones, la salida de humos de la vivienda dispone de una instalación deficiente que provoca un importante exceso de humo que molesta al resto de vecinos. En otras, se puede dar una mala práctica de los vecinos con el uso de barbacoas en terrazas o incluso en zonas comunes de la finca sin el previo consentimiento de la Junta.
5- Uso indebido de zonas comunes
Algunos propietarios pueden hacer un uso excesivo de los elementos comunes de la finca o incluso utilizarlos en exclusiva sin el consentimiento de los demás propietarios, como por ejemplo el uso de la piscina o el jardín por parte del propietario y sus invitados, de tal forma que impide el disfrute de los demás vecinos.
También puede ocurrir que algún vecino decida utilizar zonas del jardín para el uso y disfrute de sus mascotas, hacer uso de plazas de garaje distintas a la suya u otras prácticas abusivas que pueden ocasionar las quejas de los vecinos. En estos casos es imprescindible la intervención del administrador para dejar claro lo que dice la ley y advertir a los usuarios que llevan a cabo estas prácticas de las consecuencias que pueden acarrear.
¿Qué puede hacer la comunidad para que cesen las actividades molestas?
En primer lugar la actividad molesta debe suceder dentro de la finca o de los elementos comunes de la misma y debe perturbar la convivencia normal de los vecinos, es decir, que no todo puede considerarse actividad molesta, ya que habrá vecinos que pueden sentirse molestos con prácticas que objetivamente no son molestas. Otro requisito indispensable es que sea una actividad permanente, ya que algo puntual no puede considerarse molesto. La incomodidad debe ser notoria y continuada en el tiempo y es importante recabar todas las pruebas posibles de que la actividad molesta se está produciendo.
Sin embargo, no siempre es fácil gestionar este tipo de situaciones, por eso la intervención de un administrador de fincas resulta de vital importancia para los vecinos que están sufriendo las molestias. En inmho somos expertos en solucionar problemas de convivencia en la comunidad. Contacta con nosotros y resuelve todas tus dudas.