Con la época veraniega llega el relax y la desconexión de las vacaciones. Empieza un periodo en el que intentamos dejar a un lado las preocupaciones de todo el año y centrarnos en disfrutar. El problema surge cuando esto empieza a suponer un incumplimiento de los deberes adquiridos.
Diversos estudios han reflejado un mayor aumento de los índices de morosidad durante la época estival. Los administradores de fincas en la comunidad de Madrid se enfrentan a este problema que se intensifica durante los meses de julio y agosto. Vamos a analizar los motivos que pueden estar detrás de esta situación y a darte algunas claves para que puedas buscar soluciones efectivas para todos.
¿Por qué aumentan los impagos de recibo en verano?
El motivo principal suele ser que los propietarios se van de viaje o se trasladan a su segunda residencia y, al no tener domiciliado el pago, resulta imposible cobrárselo. Puede que no exista una intencionalidad por su parte y que se les complique realizar el ingreso al no tener un banco cerca. O puede que simplemente se olviden ya que están de vacaciones tratando de desconectar. El problema es que estén fuera mucho tiempo ya que los recibos se acumulan y los ingresos de la comunidad van mermando.
El administrador de fincas en Madrid debe comprobar si se está produciendo este problema en las comunidades que administra y hablar tanto con los presidentes como con los propietarios para tratar de buscar una solución. La más sencilla sería que todos domiciliaran sus recibos en el banco. De esta forma, podrían cobrarse independientemente de donde se encuentre la persona en el momento del cobro.
El inconveniente es que muchos propietarios prefieren pagarlo directamente para así organizar sus cuentas y pagos. En verano, los gastos de la unidad familiar aumentan. Esto implica que haya que fijar nuevas prioridades y el pago del recibo de la comunidad no entre en los pagos urgentes.
La época estival está destinada al ocio, la diversión y la desconexión por lo que las obligaciones de pago pasan a un segundo lugar. En este punto resulta fundamental la labor del administrador que debe recordar esa obligatoriedad para que no caiga en el olvido. Llevar al día la contabilidad de la comunidad es sencillo si se utiliza un software de gestión, ya que el proceso se puede realizar en cuestión de minutos.
Si resulta imposible contactar con los propietarios durante los meses de verano, habrá que realizar un recordatorio al llegar septiembre. Época en la que todo empieza a volver a la normalidad, se produce el retorno desde las segundas residencias y lugares de veraneo y se retoma la rutina.
¿Qué se puede hacer para evitar los impagos?
Es importante estar en contacto directo con las personas que viven en el inmueble y ofrecerles una información actualizada sobre la situación de la comunidad. Deben saber el estado de las cuentas, si hay que llevar a cabo reformas, obras o tareas que impliquen un gasto extra. Y también, el índice de morosidad existente.
Establecer un nexo de conexión con los propietarios hará que aumente su implicación en la toma de decisiones y que se preocupen por la situación del lugar donde viven. Así sabrán cómo les afectan todas las decisiones que se llevan a cabo y los problemas que pueden surgir derivados de ese impago de recibos.
La labor del administrador de fincas es encargarse de realizar estas tareas, pero también ser capaz de transmitir toda la información de una forma cercana, clara y sencilla. Los propietarios valoran cada vez más comprobar que existe una persona detrás de esas funciones con la que pueden contar y que les dará una respuesta rápida y efectiva cuando sea necesario.
En inmho sabemos que tu principal objetivo es desarrollar tu trabajo de forma eficiente y con la mayor profesionalidad. Aunque, debido a las múltiples tareas e imprevistos que surgen en el día a día, no siempre resulte una tarea sencilla. Por eso queremos ayudarte.
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