Errores frecuentes en las obras en la comunidad de vecinos

Vivir en comunidad, compartir espacios comunes con otros vecinos y tener que tomar decisiones comunes sobre el estado y el mantenimiento del edificio no siempre es sencillo. En ocasiones las comunidades de vecinos se enfrentan a obras necesarias u obras de mejora que se convierten en un verdadero problema para todos los miembros de la comunidad.

Contar con la figura de un mediador experto, como son los administradores de fincas, es la mejor opción para evitar todos estos problemas. Estos profesionales conocen la normativa de zonas comunes, tienen los contactos con empresas de construcción para hacer las obras de elementos comunes, etc. Puedes pinchar aquí para buscar un administrador de fincas cerca de mí y comenzar a trabajar con ellos.

Porque tratar de ponerse de acuerdo entre los vecinos sin una persona profesional que modere y aconseje es uno de los errores más frecuentes en las obras que se realizan en la comunidad de vecinos.

Pero no son los únicos: por eso es importante tener en cuenta qué tipos de obras necesarias se llevan a cabo en las comunidades, cómo se caracterizan, qué permisos se deben pedir y cuáles son los errores más comunes a la hora de solicitar presupuesto.

Obra mayor y obra menor en las comunidades de vecinos

Lo primero que hay que tener en cuenta es que es preciso saber diferenciar entre obra mayor y obra menor.

Se pueden diferenciar de un modo sencillo y que se trate de una u otra en la mayor parte de los casos afectará a los presupuestos y tiempos de ejecución.

Generalmente se entiende obra mayor como aquellas obras de mejora en las que hay que trabajar sobre la estructura del edificio. Todo lo que implique tocar muros de carga, realizar reformas integrales o cambiar elementos de la fachada está considerado como obra mayor.

Las obras mayores, por sus características, suelen requerir de un permiso o licencia específicos para poder llevarse a cabo. Esto es algo que el administrador de fincas tiene perfectamente claro y que gestiona de una manera rápida, eficaz y segura.

Las obras menores, por otro lado, son las que cada vecino puede realizar en su casa sin permiso o de la misma manera en los espacios comunes interiores de la comunidad. Son, por ejemplo, aquellas relacionadas con la pintura, el cambio de tipo de suelo o el alicatado de alguna pared o cambiar o levantar un muro que no sea de carga.

Permisos para obrar en la comunidad de vecinos

Los permisos que se tienen que solicitar para llevar a cabo obras mayores en la vivienda o la comunidad son importantes. No disponer de ellos puede suponer graves sanciones con multas muy altas que pueden suponer un importante problema para las arcas de la comunidad de vecinos.

Así, existen distintos tipos de licencias dependiendo del tipo de obra de elementos comunes que se vayan a modificar o a lo que se vaya a hacer en la vivienda.

Esto supone que hay que preparar la solicitud con la documentación pertinente, enviarla al departamento público correspondiente y esperar la respuesta afirmativa antes de comenzar a mover ni una piedra.

La persona que ostente la presidencia de la comunidad o el administrador de fincas deben ser los encargados de realizar la petición y controlar todo el proceso para que la respuesta sea afirmativa y se puedan llevar a cabo las obras.

Es por ello por lo que se aconseja que sea siempre un administrador de fincas especializado quien lleve a cabo estas tareas, ya que está más acostumbrado y podrá encargarse de todo el proceso para que sea rápido y tenga un resultado favorable.

Errores comunes a la hora de pedir presupuestos

Una vez que se cuenta con el permiso o durante el tiempo en el que este se esté procesando en la administración, lo habitual es solicitar distintos presupuestos a empresas que realizan el tipo de obra de mejora necesaria.

También en este punto suelen cometerse diversos errores.

El primero y más importante de ellos es confiar en empresas no especializadas debido a su bajo presupuesto. Estas decisiones suelen llevar acarreados problemas importantes respecto a los acabados o la calidad de las acciones y conviene no plantearlo siquiera. Cuando se trata de obras necesarias es importante hacerlo con un equipo profesional.

Por otro lado, empresas que no están acostumbradas a este tipo de trabajo suelen desconocer la normativa de zonas comunes, con lo que es muy probable que lleven a cabo actuaciones que estén en contra de estas normas y que supongan que haya que deshacer lo hecho una vez revisado.

Todos estos errores son muy habituales en el caso de obras necesarias, obras de mejora u obras de elementos comunes en las comunidades de vecinos. Un administrador de fincas servirá como seguro de que esto no va a ocurrir y que todo se va a llevar a cabo con la mayor profesionalidad. Así, lo mejor es contar con uno de ellos desde ya: encuentra un administrador de fincas cerca de ti en apenas unos clics.

¿Cómo cambiar de administrador de fincas?